La artista de Virginia D’Angelo refleja su compromiso como militante feminista en cada obra realizada, visibilizando y denunciando la multiplicación de los femicidios, evidenciando los tipos de violencias hacia las mujeres y niñas haciendo un llamado a la conciencia colectiva.
La exposición “Remates imperfectos. Huellas de una memoria colectiva” se enmarca en un cruce de lenguajes, contribuyendo a la experiencia del espectador a través de lo visual, lo escrito y lo sonoro.
La Instalación Cicatrices: remates imperfectos de la memoria, denominada “Vestigios de vidas violentadas” emplazada en la sala principal, intenta, por medio de la técnica textil empleada, cautivar al espectador, atrapándolo dentro de sus calados dejando entrever las transparencias generadas entre costuras y remates imperfectos la crudeza de la realidad vivida de muchas mujeres. La instalación de grandes dimensiones inmersa en el gran espacio de la sala, se impone con sus contornos semejantes a los moldes de sastres, tomada de las técnicas tradicionales de costura, fuente de las labores femeninas, para tensionarlas con materiales para la construcción, orden único de desarrollo del varón.
En la sala secundaria se emplaza una Instalación de dos piezas de la serie muñecas de trapo: “Tapiz de muñecas de trapo” y “Felpudo de muñecas de trapo”. En el conjunto instalativo se completa el relato de los feminicidios que no cesan. Entre muñecas, como representación simbólica del cuerpo femenino y ramas de enredaderas que se entretejen con los textiles construyendo un felpudo interpelando al espectador.
Las salas del Salón Pueyrredón elegidas nuevamente como espacio expositivo como contexto de una obra que intima al espectador, que acompaña y fortalece la lectura de las instalaciones, como un espacio disruptivo fuera de la escena convencional de las artes visuales proporciona un ambiente que acompaña la lectura.
Artistas: Virginia D’Angelo //