Un clásico, dice Ítalo Calvino es una herencia cultural. Pero también es algo a lo que se puede volver una y mil veces sin que nos cansemos de encontrarle cosas nuevas, preguntas inquietantes, detalles antes desapercibidos, conexiones asombrosas, confirmaciones de ideas o sensaciones nuevas. Hay clásicos (directores y películas) conocidos, masivos, casi intocables, tratados con demasiado respeto y hasta con miedo. Contra esa idea vamos a trabajar. También hay clásicos escondidos (directores y películas), que influyen o han influido en la historia de la cultura -y más específicamente del cine- sin que lo sepamos: son héroes anónimos, son maravillas estéticas, son amplificadores sensoriales que pudieron haberse perdido en la maraña de (pre)ocupaciones de nuestra vida cotidiana.
La dinámica de los encuentros constará en el análisis de una película distinta por cada clase (película que los alumnos deberán haber visto previamente) en torno a un autor particular. Esto nos va a permitir ir repasando distintas obras, estilos, aproximaciones a géneros y distintas posibilidades de la narración.
El análisis consistirá en una charla en vivo donde iremos presentando nuestros argumentos mientras podremos chequear, ver, plantear diversas preguntas en torno a escenas, planos u otras dudas que surjan. Para eso mientras debatamos proyectaremos segmentos de la película que vayan iluminando el debate y nos ayuden a comprender mejor.
Hermanos Coen
Mancillados en su honorabilidad, el cine de los Coen Joel y Ethan (en plural, aunque el director siempre el primero y el productor siempre sea segundo de este para de hermanos) supo, como un buen vino, ganar voluminosidad, sabor, prestancia y un toque de distinción luego de años de zamarreo (pasaron de ser los nuevos jóvenes prometedores en los 80's a los presuntuosos intelectuales en los 90's a directores olvidables durante buena parte de los dosmiles pero retornaron en la nueva década).
Estos dos señores, si algo aprendieron con el tiempo, es que los años traen no necesariamente sabiduría pero si serenidad, aunque sea una serenidad destructiva.
De ahí que repasar su obra sea un pasaje extraño: pasar de la montaña rusa de los primeros años a el pasar demasiado cómodo de la década del 90 a un motor fundido apenas años después. Pero, dueños de una carrocería impecable, los dos hermanos todavía contaban con algunos ases bajo la manga.
El plan es ver en qué cosa se han convertido estos hombres y por qué su cine, despertando toda clase de respuestas, todavía es magnético. Selección de Marzo:
A cargo de Federico Karstulovich. Realizador, Guionista, Docente, Critico Cinematografico El Amante y Otroscines.com