Cuando una película empieza con un mar embravecido, generalmente quiere decir que va a haber problemas (y muchas veces un corazón atormentado). En Rebeca, Mr. de Winter y su futura esposa se encuentran por primera vez en Montecarlo junto a un acantilado no muy distinto de los de Cornwall. Una vez casados y de regreso en Manderley, un secreto que recorre la casa como un fantasma sale literalmente a la superficie -y lleva a una culminación infernal que tiene la firma de Hitchcock-, porque eso es lo que pasa cuando las cosas se ocultan en el agua: a veces vuelven.

Rebecca, EUA, 1940, 130 min. Dir: Alfred Hitchcock

Última fecha

sáb

24

junio / 2017

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