Existe un mundo de objetos que portan la memoria de quienes les dieron uso. La recuperación de esos objetos cercanos, cotidianos, con un lenguaje estético que incluye técnicas y procedimientos heredados, implica una particular lectura acerca del pasado de las mujeres. Aquello que ha quedado relegado como parte de un contenido latente, ceñido por mandatos y estereotipos, en desigualdad histórica frente a las relaciones asimétricas de poder, asoma al presente para interpelarnos. En Puntada sin hilo, Viviana Debicki despliega fotografías intervenidas con labores de costura y bordado, antiguos avíos de mercería, recuerdos de costurero, frases de entrecasa, que reconstruyen formas de violencia simbólica tan arraigadas que, aún hoy, condicionan nuestro pensamiento.