Natín recibe de su abuelo un libro mágico con el que puede predecir el futuro. Con la bendición del saber, nace la perdición de Natín.
Su abuelo fallece y sus atolondrados tíos la adoptan haciendo que trabaje día y noche, escribiendo profecías para todo el pueblo.
Agobiada, tras años de ver lo que vendrá, Natín recibe una profecía que no representa sus sueños.
Y así corre sin parar hasta tropezar con un lugar único.
Niños alegres, adultos sonrientes y un ambiente mágico la esperan para recordarle el valor de aprender a ser feliz con el presente, sin perder de vista los deseos del futuro.