Primer film de Manfredi como director (que obtuvo el premio a la mejor ópera prima en el Festival de Cannes de 1971), narra desde un flashback la historia de Benedetto (Manfredi), un abogado que ha querido suicidarse. Inspirada en la propia infancia del realizador, esta película aborda la religión y sus dogmas desde una postura abierta que por momentos da cuenta de ideas encontradas, proponiendo el debate a la Italia de la época, inmiscuida en la revolución sexual y la apertura religiosa. Destacada por la crítica como una buena incursión de Manfredi en un relato que va por los límites de la comedia y el drama.
Italia, 1971, 115 min, Per grazia ricevuta.