El reconocido escritor Daniel Guebel vuelve al teatro con una obra inesperada, inquietante y provocativa con las actuaciones de Ariadna Asturzzi y Gabriela Pastor.

En un páramo desolado, una escalera une el cielo con la tierra. Allí, Cristo y una rata se encuentran. Cristo busca salvar a la humanidad y la rata quiere al mismo tiempo disuadirlo de la existencia de Dios y ayudarlo a cumplir con su misión. Pero para que la misión de Cristo se cumpla, debe morir bajo las garras de la rata.

El cruce entre un ser la vez humano y divino, y el animal más repugnante construye una relación sin igual en la historia, un debate a medias teológico, a medias amoroso, en el que los temas de la salvación y la condenación, la vida y la muerte, van girando y desgarrando a los protagonistas, solos y atormentados ante los signos cambiantes de la presencia y la ausencia de Dios.

La adición de Daniel Guebel a Pobre Cristo no se debe a un efecto de justificada o injustificable vanidad del autor, que quiere ver su nombre en el mismo tamaño del título de su obra, sino que corresponde a un añadido para la autorización en Argentores, debido a que en la década del '80 una asociada registró Pobre Cristo, y al parecer esa expresión tradicional y de uso común, que por lo general significa pobre infeliz, le fue asignada en exclusividad. De seguir ese criterio, Anouilh no hubiese podido escribir -o al menos titular así- su Antígona. Por tal motivo, se hace necesario aclarar a los espectadores en general y a la prensa en particular que la obra Pobre Cristo escrita por Daniel Guebel debe titularse como Pobre Cristo de Daniel Guebel. Y si alguien lee o escribe este título de otra manera, que Dios, la patria y la autora del Pobre Cristo primero o precedente se lo demanden.

Última fecha

sáb

25

julio / 2015

También te puede interesar