El sábado 29 de abril de 15 a 16:30, festejamos el Día de la Tierra con este Taller de sellos para las infancias a cargo de Luciana Álamos. Esta actividad se organiza en conjunto con el Museo de la Historia del Traje y está destinada a niñas y niños desde 9 años.
Está propuesta forma parte del Ciclo Pica que produce el Museo de la Historia del Traje. “Pica” invita a reflexionar y valorizar el quehacer textil, como práctica de cuidado, sanación y resistencia. Los textiles y sus herramientas, han sido parte intrínseca de nuestra vida de manera permanente. Sabemos que por muchos años fueron considerados una práctica únicamente femenina, de opresión y dominación, para tomar hoy un nuevo giro de lucha y resignificación, “que ha abierto escenarios de enunciación que dan cuenta de su potencia para narrar, resistir e imaginar futuros posibles.”(Cuéllar-Barona). Son testimonios materiales individuales pero que a través de cada puntada, unen el pasado con el presente y el futuro de una historia colectiva, “aquellos textiles que se atesoran en el espacio doméstico, pero con los que también se puede recorrer de la casa a la plaza”.(Cuéllar-Barona). En este sentido, creemos fundamental hacer red con la comunidad para que cada tallerista invitado pueda transmitir su experiencia y trayectoria. Dialogar en y con otros territorios para reflexionar a través de cada encuentro el rol material y simbólico que tiene esta práctica. Aquí los museos, y más que nada los museos nacionales, cumplen una función vital en este entramado para seguir manteniendo vivo el patrimonio y la memoria activa y colectiva de la sociedad. La excusa de itinerar, es justamente tender hilos imaginarios con espacios donde el lenguaje textil aún no se hizo visible con el fin de construir nuevos lugares y sentidos de pertenencia.
En este primer Pica del año queremos festejar a la tierra, generar conciencia en pos de un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales, donde la industria de la moda no es ajena, sino que es uno de los agentes más contaminantes. Todo el ciclo de vida de un producto, desde el inicio de la producción con los procesos de teñidos industriales, su mano de obra precarizada, hasta su distribución y exhibición con los procesos de cuidado y lavado una vez adquirido y finalmente su desecho, tienen un impacto negativo en el planeta. Lo que se llama el “fast fashion”, que alienta a los consumidores a comprar y descartar ropa frecuentemente, sin preguntarse de dónde viene o quién lo hizo, no solo incrementa la emisión de contaminantes sino el consumo desmedido. De a poco, la industria está virando a una producción y a un consumo más consciente, una “contra respuesta” a todo este sistema que se puede visualizar en el aumento de las tiendas vintage y de otras formas sustentables de producir, producto de este nuevo paradigma.