Sobre las obras de Elena Nieves que integran esta exposición, Lorenzo Amengual ha explicado: La artista se muestra como una paisajista singular. A ella no le interesa describir el paisaje sino mostrar la esencia del mismo. Para hacerlo, su herramienta, su «macchina» representativa se ha especializado y acepta ser guiada por una sensibilidad entrenada y curiosa que vuelca en sus dibujos diversas experiencias sensoriales, provenientes de la convivencia bajo distintas luces y espacios, ya que la vida cotidiana de Elena transcurre, desde hace años, bajo dos cielos: en Buenos Aires unos meses, y otros entre viñedos, manzanares, nieblas y riscos nevados, en la Italia alpina.