Dice Estela Pereda sobre Pena y Devoción, una búsqueda de sentido
Desde siempre me interesó investigar la historia y la identidad de mi país y de América, especialmente aquella que se refleja en celebraciones y rituales, propios del sincretismo.
Observando críticamente la realidad, encuentro que el mundo está revuelto y sin rumbo, en una búsqueda desesperada de sentido que se manifiesta en las distintas creencias populares. Vírgenes, santos, milagreros, figuras desaparecidas, altares y evocaciones. Todos vehículos de ofrendas, oraciones y agradecimientos. El mapa de las devociones populares está en permanente transformación.
Quiero manifestar mi concordancia con el artista Gramajo Gutiérrez, responsable de un magnífico repertorio iconográfico de costumbres y tradiciones de nuestro país: “Yo no pinto, documento”. Un artista encara su obra desde la poesía. Porque la poesía permite soñar. Al artista no le interesa saber si lo que intuye es ilusión o realidad, sino que persigue este gran misterio por la poética y la imaginación. Se consagra a la indecisión entre lo cognocible y lo incognocible. Y aspira a la salvación. Nietzsche sostenía que “solamente como fenómeno estético están eternamente justificados el mundo y la existencia”.
Mi arte no tiene pretensión de verdad. Mi obra no revela mundos nuevos. Se detiene en el encuentro de culturas diferentes. Trabaja a partir de premisas que buscan recuperar una orientación para nuestra existencia, una vida plena que pueda ayudar a la construcción de un mundo mejor. Una visión abierta que acepte y respete las creencias diversas
, concluye.
Artistas: Estela Pereda //