Pasión por el carnaval , un recorrido fotográfico que invita a sumergirse y vivenciar las diferentes tradiciones culturales que se festejan en cada rincón de nuestro país celebrando este ritual popular. Al introducirnos en los carnavales no podemos dejar hacer una síntesis histórica de sus orígenes: Grecia y Roma. En la antigüedad los festejos están relacionados a los dioses Baco, Saturno y Pan que simbolizaban la agricultura y la fertilidad. Con el advenimiento y su institucionalización del cristianismo en el imperio romano, el carnaval, se festeja días anteriores a la cuaresma para que el pueblo se entregara a los placeres carnales que se debía renunciar durante la cuaresma. Una vez terminado el carnaval comienza la cuaresma, cuarenta días de abstinencia y penitencia para preparar la pascua cristiana. Al pasar el tiempo el carnaval se alejó de la religión y tomó diferentes estilos de expresión popular. En América tiene componentes aborígenes y cristianos pertenecientes a la época colonial.
Estos festejos es producto de la fusión entre los españoles y los rituales nativos destinados a celebrar la fecundidad de la tierra, y así honrar a la deidad de la madre tierra, la pachamama. En la provincia de Salta, los deferentes corsos tienen danzas del lugar y también bolivianas como tinkus, diabladas debido a su cercanía a Bolivia. El valle de Lerma, es el lugar donde se hacen los festejos pero va multiplicándose por toda Salta. En cambio, en Corrientes la organización de los desfiles y los diseños de trajes (con lentejuelas, piedras, canutillos y plumas) y las fiestas que se dan en las calles se ve con toda claridad su parecido al carnaval Brasilero. Al seguir por el litoral argentino, Entre Ríos, mantiene la tradición correntina de los corsos y trajes con lentejuelas, con centro en Gualeguaychu con un escenario para 35.000 personas. Las diferentes comparsas compiten entre sí para que uno sea elegido por el jurado como ganador. En la Ciudad de Buenos Aires, el carnaval es una fusión entre los españoles y el candombe de los esclavos negros. En 1836 tuvo un importante auge, hasta había concurrido en gobernado Rosas. En 1858 aparece la primera comparsa y en 1869 se realiza el primer corso con máscaras y comparsas. A fines del XIX y principio del 1900, alcanzan su máxima popularidad, pero tiempo después aparecen las murgas como forma diferente de interpretación festiva, ya que estas son más grotescas y picarescas. En el municipio de Lincoln, Provincia de Buenos Aires la tradición del carnaval se inició en el año 1928 a través del profesor Enrique A. Urcola utiliza la técnica que incorporó en el taller de escenografía del teatro colón figuras de papel engrudado. Estos lugares que hemos nombrado son solo algunos ejemplos más conocidos, pero el carnaval se replica en cada rincón del país generando trabajo, inclusión y alegría al pueblo argentino.