Para no enmudecer
pone en escena el conflicto de una mujer, que tras aceptar la invitación a presentar su primer libro, se enfrenta a la difícil tarea de contar cómo hizo para escribir sus historias. Aterrorizada frente al público y dudando de sus capacidades como escritora, busca desesperadamente dar forma a los caminos que transita para desplegar en lenguaje su mundo poético. Como apoyo y aliento recurre a las voces de otras escritoras que han sido sus inspiraciones, que la impulsan e iluminan. Así las voces de Storni, Mastretta, Walsh, Lispector, Valenzuela, Pizarnik, se entretejen creando una red que le permite sostenerse, apasionarse y desplegar su propia voz.
Algo irá transformándose a lo largo del diálogo con los presentes. Acortando las distancias compartirá sus miedos, soltará lastres y remontará vuelo. Reconociendo hacia el final que escribir es su manera de pensarse. Un acto de coraje, transformación y libertad.
Escribo porque recién estoy empezando a hablar. Escribo porque recién estoy empezando a pertenecerme a mí misma...y tengo un sueño
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