Misky. El opa. Ese arquetipo mítico. El retrasado, el loco del pueblo. Misky el tonto, el hijo de la criada del señor Esteban. Del gran Echeverría, el escritor, el célebre.
En la casa repleta de libros ha aprendido a leer, el opa. Y lee. Lee sin parar. Todo. Una misteriosa compulsión a la lectura. Irresistible toda letra escrita. Lee. Pero no entiende. Es opa.
Lee una tarde sin permiso un cuento del patrón. El Matadero se llama. Unas cuartillas con la letra fresca todavía. Pero será distinto esta vez: las palabras traen por primera vez lo sabido. Conoce el matadero y a su gente. Y estuvo aquel día allí, el día ese del relato que lee. Y no fueron así las cosas.
Olvidate del matadero habla de esa dialéctica extraña entre la realidad y la ficción, la historia y las historias.
La posibilidad de entender. Y la imposibilidad de olvidar.
Actores: Pablo Finamore // Dirección: Claudio Martinez Bel // Escenografía: Adriana Estol, Richard Forcada // Iluminación: Agnese Lozupone // Vestuario: Adriana Estol // Producción: Adriana Yasky //