En esta primer muestra de Christian Borges en la galería Bisagra, el espectador siente a las imágenes en exposición como enfoques muy cercanos a lo que su propia visión podría captar a lo largo de la rutina diaria. Bordes, como un cazador oculto, capta objetos comunes y corrientes en contextos o situaciones dentro del marco de lo cotidiano. Se tratan, entonces, de entornos físicos que eligen no aislarse de la presencia de lo humano, de lo material, ni tampoco de las circunstancias que de alguna u otra manera, lo alteran. El hecho de ser reproducciones fotográficas colgadas en una grilla obsesivamente calculada, permite al espectador tomar distancia de la realidad y utilidad de estos objetos, para pensar más allá de ellos y colocarse los ojos del artista por un instante.