Norberto Gómez es un escultor que también dibuja. Siempre lo hizo. Sus dibujos no son bocetos, imágenes que luego veremos en bronce, yeso o polyester. Son relatos de construcción aleatoria. Un armazón teatral en movimiento constante. Una forma de escritura, con tramas, nudos y desenlaces que atraviesa géneros y caligrafías, materia en tránsito, metáfora y metamorfosis.
Curaduría: Alejandro de Ilzarbe.