Allí donde comienza la historia, un leño animado se ríe a carcajadas de su dueño. A esa edad donde se disfrutan las mentiras y los retos, surgen los recuerdos de una infancia que se va dejando atrás. Al compás de sus propias experiencias, se desprenden y resisten los Niños de madera.
Cortan los hilos que los manejan, toman distancia del reglamento escolar y se hacen la rata de una vida impuesta. Eligiendo el riesgo de no ser guiados, cuentan y quiebran sus propios personajes de vida.
Estos Niños de Madera viven fieles a su deseo, corriendo con su gran corazón a cuestas, poniendo a prueba las certezas, escapando de los sofocamientos cotidianos, en sus intentos por crecer y llegar a ser ellos mismos.
Dramaturgia y Dirección: Alfredo Martín.