Los dibujos no son simplemente cosas para mirar, son el medio primordial de la comunicación simbólica. Es anterior y abarca la escritura, y funciona como una herramienta de conceptualización paralela al lenguaje. Cada acto en el cual se realiza una marca es una forma de dibujo y, por esta razón, el dibujo es el medio más accesible y versátil.
Las distinciones entre el dibujo y la pintura se vuelven irremediablemente borrosas cuando Nicolás Radano comienza a pintar sobre papel térmico vertiendo alcohol para luego prenderlo fuego, como un acto de expresión emocional. Con la combustión el papel térmico genera reactivos cromáticos, dándole al papel una impronta; se va transformando con el transcurrir temporal de la exposición ambiental, creando diferentes tonalidades; ese proceso más adelante es barnizado para darle un fin a esos cambios.
Las obras de arte de Nicolás Radano explican el dibujo como una representación de la experiencia en lugar de la apariencia y en este sentido abandona el manto de la percepción. El ámbito que exploran los dibujos en esta exposición no es tanto lo visible sino lo invisible.
Artistas: Nicolás Radano // Curador: Marcelo Gutman //