Las malas lenguas dicen que lxs performers son Ni-Ni, jóvenes que NI actúan NI bailan. De alguna forma tienen razón. La performance no es NI teatro NI danza, pero quizás ahí radica su potencia. Porque si bien es casi indefinible, no todo es performance. Ella pareciera consistir en la creación de un tiempo escénico puro que se define por lo que niega: ni teatral, ni dancístico, ni musical. Ahora bien, puede decirse que las artes escénicas del siglo XX alcanzaron su apogeo en el teatro y en la danza, al tiempo que, en paralelo, fue surgiendo una forma de experimentación escénica que difícilmente podría ser definida bajo las rúbricas tradicionales de las anteriores.

El nombre que adquirió fue el de “performance”. Nuestra intención en este taller es, entonces, pensar esta práctica escénica traficando algunos conceptos filosóficos tales como “sensación” (Deleuze), “performatividad” (Butler), “reparto de lo sensible” (Rancière), “supervivencia” (Didi-Huberman), “gestualidad” (Agamben/Benjamin), “imagen-tiempo” (Deleuze), “glosolalia” (Agamben), “tiempo-ahora” (Benjamin). Nos centraremos en la performance contemporánea producida en Argentina y buscaremos singularizar qué cuerpos, lenguajes, tiempos y espacios se abren en y con ella.

Última fecha

jue

26

abril / 2018

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