Piano introspectivo propone un repertorio que además del goce estético, es ideal para detener el ruido mental, (interno y externo) e intentar viajar a las profundidades del ser. Algún que otro preludio de Claude Debussy, las místicas Gnossiennes de Erik Satie, la banda sonora de Amelie de Yann Tiersen y algunas obras de Néstor Ballesteros como su Suite “El viaje” serán el material sonoro para la introspección propuesta.
La idea es entregarnos dócilmente a la magia envolvente de la música, y alcanzar a través de ella una beatífica sensación de paz y felicidad.