El Pesebre o Nacimiento es una tradición que se remonta a los siglos XV y XVI. Siendo el origen de esta costumbre San Francisco de Asís en el siglo XIII quien fuera sorprendido por el invierno, refugiándose en la ermita de Greccio Sirviéndole luego esta campiña italiana de inspiración para reproducir el misterio del nacimiento del niño Jesús.
En el Perú con la llegada de los españoles esta tradición quedó arraigada y tuvo su esplendor en la época de la colonia. A pesar de ello la evangelización no pudo enterrar las creencias andinas, pero logró entrelazar la cultura peruana con la europea.
En el arte popular peruano, representar este nacimiento es toda una tradición y adquiere una variedad de matices locales, en sus distintas regiones. Los artesanos hacen la representación del Nacimiento
con diferentes materiales, los hay de cerámica, piedra y madera tallada, tela engomada, tejidos y de paja.
Cada región lo ambienta con su vestimenta y costumbres. Así podremos observar que en la zona de Junín (lugar donde se cosecha la papa) los campesinos transportan su cosecha en grandes sacos que atan a su espalda, y es así como también veremos a los reyes que le traen al Niño papa, maíz y chicha. En tanto en la zona costera norte del Perú (famosa por ser la cuna de la danza nacional: La Marinera) está representada por San José acompañado por su guitarra y la Virgen María ataviada con el traje Típico de la marinera.
En esta exposición: técnicas, materiales, formas y colores, unidos por el espíritu creativo del artesano, dan vida a personajes resueltos con gracia, ironía, dolor y alegría. De este modo, el encanto del arte andino se convierte en una rica demostración de una cultura que se mantiene viva.