En la oscuridad total, abrir los ojos no alcanza para ver, y cerrarlos no alcanza para no ver.
El oído no puede cerrarse. Su párpado es un bostezo que nos sumerge, pero no ensordece.
En la oscuridad total somos todo oídos y sensaciones.
Advertencia: espectáculo no recomendable para personas con incomodidad extrema en relación a los espacios cerrados y/o la oscuridad
Música: Flopa Lestani //