El Pabellón de las Bellas Artes expone un monstruoso
conjunto de tintas sobre papel y esculturas de Alfredo Williams, quien acaba de obtener el Gran Premio Adquisición del Salón Nacional de Artes Visuales 2015, titulada Mutantes.
La obra de Williams nos abre a diferentes sentidos. Tacto y mirada se combinan decididamente con las percepciones de equilibrio, de la presión, del dolor, y del movimiento en una experiencia selladamente sensorial. Es imposible resistirse a su laberinto, pues no solo el titulo de la muestra, Mutantes, es impactante, sino que la obra seleccionada es temible en diferentes aspectos. Desde partes del cuerpo y de cabezas deshumanizadas, o bestiarias, hasta la marcada elasticidad, o cierta rigidez en sus posturas, parecen estar excedidas del dramatismo del hecho humano.
Esculturas monocromas, en colores vivos, con la picardía del Pop Art y del Comic, suscitan la atención del espectador, que a su vez permiten incorporarlas como símbolos de su vida contemporánea. Es probablemente a partir de una confusión de los sentidos, que la obra se re-crea a lo largo de nuestra búsqueda o transito por ella, en un conjunto amigable de deformaciones en movimiento. Es esto lo que surge de la experiencia de atravesar Mutantes.
Las líneas curvas, o las rectas y los dientes mecánicos, que ya se plasman en las tintas sobre papel en exposición, con la frescura de ser realizadas durante el periodo 1979-1983 de la estadía del artista en España, impensadamente fueron el punto de partida de las esculturas de su última etapa, en exhibición en el Pabellón de las Bellas Artes. Realizadas a partir del 2001, con los materiales que le permitieron e hicieron posible la transformación de aquello orgánico e inorgánico del boceto en la escultura, y que a su vez se convirtieron en su marca y distinción: la talla en poliestireno expandido, hierro, resina epoxi, masilla plástica y esmalte sintético. De esa manera, los primeros dibujos o bocetos, se unen a las esculturas de la etapa final, quedando resuelta la heterogeneidad, del transcurso intermedio, en la obra de Williams.
En un lenguaje de complejidad simple, Alfredo Williams nos invita a reflexionar en cuestiones profundas.