En esta exposición de Leo Robertazzi, según explica en el texto curatorial Pablo de Monte, las imágenes que el artista construye enlazan varios soportes de representación. Utiliza por un lado - explica de Monte- la pintura como la más evidente, cuyos códigos se encuentran asentados en una historia que se condensa con cada obra nueva que se genera y, por otro lado, el artista incorpora elementos provenientes de otros soportes más dinámicos que conllevan una mayor visibilidad como son la fotografía, el cine, la televisión y las imágenes digitales.

Los personajes creados por Robertazzi salen de la pantalla y son congelados en la pintura trayendo con ellos algo de su origen. Atravesar la pantalla siempre es un hecho traumático y para cuando finalmente logran meterse en la pintura, prácticamente son irreconocibles. Es en ese momento donde podemos conjeturar sobre el lugar de donde migran a través de los indicios que les quedan adheridos y los transforman. Algunos nos recuerdan a un pendrive, otros a un monitor de pc u otros a cableados incomprensibles de ese mundo tecnológico en el que estamos inmersos. La escena en donde todo transcurre pertenece también a esa interzona, los inmigrantes se llevan parte de sus paisajes de origen y en el cruce de la frontera estos son alterados. Algunas construcciones, suponemos, vienen de films de ciencia ficción y otras decididamente del comic o de los cartoons de nickelodeon, agrega de Monte.

Última fecha

vie

7

noviembre / 2014

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