Sobre esta exposición dedicada a Alfredo Lazzari, integrada por 35 óleos del artista, Carlos Casasco Drago escribe: A lo largo de 35 años mantuve una cálida amistad con el Profesor Aldo Lázzari y su encantadora hermana Lilia, ambos hijos del artista, que luego continué con Alfredo Lobeira Lázzari, sobrino de los recién mencionados. Es así que la frecuentación con la obra es de larga data.
Me refería Aldo que su padre le recordaba que Platón, trescientos años antes de nuestra era, decía que la luz es la fuerza que a través del ojo manifiesta el color. Es así que Lázzari, discípulo de los manchistas italianos, buscaba a
plain air" el color fugaz de un instante, plasmando árboles, frentes de casas, botes en el Riachuelo, durazneros y el Viejo Caminito en sus frescos óleos. Transitaba a primeras horas de la tarde por las callecitas del viejo Buenos Aires con su pipa, la cajita con pinceles y colores, y un infaltable libro. Este artista formado en Italia, fue el único maestro de Quinquela Martín.