El reconocido film de Vladimir Menshov registra las relaciones interpersonales en la Unión Soviética a través de tres amigas: la frívola pretende casarse con un hombre rico y solo logra un matrimonio fracasado; la sencilla se convierte en madre de familia; la tercera, madre soltera, no logra ingresar en la universidad pero alcanza un puesto directivo en una gran empresa. Desde una visión íntimamente femenina, Moscú no cree en lágrimas permitió que el mundo occidental se asomara a las costumbres de una Rusia desconocida.
Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1981.
Moskva slezam ne verit, U.R.S.S., 1980, 150'.