Todo comienza con un guiño. Un hombre con el control remoto en la mano, como calavera shakespeariana, se pregunta: prender o no prender? Necesita malas noticias para vivir, pero se contiene y eclosiona. Como un hombre antena, invierte su polaridad pasando de receptor a emisor, y de él emergen múltiples personajes en hemorragia interpretativa. Se vuelve medium, cuando toda la vida fue small, se pone la piel de un personaje, arriba la de otro y se amontonan sobre él todas las demás, Al final del espectáculo llega a ser large.

Del prócer al economista, de Discepolín al psicoanalista, del Rey Inca a un Hamlet en guaraní. Contrastes que, enhebrados por un personaje central, trazan un delirante boceto del Ser Nacional. Hace cómplice al espectador mostrando a ese personaje en un espacio teatral poco conocido, el detrás de escena, en el momento previo, donde todo está por ocurrir. Pensamientos, imágenes, canciones e historias, todo es posible cuando se sueña despierto. Marcelo Mazzarello no chilla, despliega todo su histrionismo al servicio del humor.

Última fecha

vie

28

noviembre / 2014

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