Al principio del documental, la risa de los niños resuena en un paisaje de ruinas. Escenas rodadas entre 1989 y 2008, que nunca se plasmaron en una película, componen este estado de situación alemán. Un reciclaje, tan arqueológico como reflexivo, de imágenes huérfanas, sin patria cinematográfica, casi fantasmales y, sin embargo, reflejo fiel de la historia.
Alemania, 2009, 166 min.
Dir.: Thomas Heise.