En diálogo con la exposición Del cielo a casa. Conexiones e intermitencias en la cultura material argentina, Malba presenta Vía pública, una muestra individual de la artista argentina Marcela Sinclair (Buenos Aires, 1968).
El proyecto se inscribe en un nuevo proceso de investigación de Sinclair, basado en la consideración de lo público como un espacio de construcción de comunidad, de exposición de conflictos y formación de consensos.
La artista presenta una serie de obras site specific cuyos imaginarios desafían el antagonismo entre lo doméstico y lo urbano. Como punto de partida, dispone de la figura del columpio. Una Hamaca conformada por una viga de demolición y cuerdas que cuelgan de la triple altura del museo pone en juego el supuesto de una arquitectura del balanceo, de la inquietud. A contrapelo de la clausura espacial, esta obra advierte un espacio capaz de palpitar la vocación por lo público anhelando la coreografía de lo colectivo.
“En Vía pública Sinclair retoma la figura del columpio. Pensado como una prótesis del museo, éste vuelve a poner en juego el supuesto de una arquitectura del balanceo. Una construcción que palpita la vocación por lo urbano anhelando la coreografía de lo colectivo. Así, a través de la lógica del sitio específico, esta exhibición se inspira en la idea de que los espacios no son meros contenedores de objetos, sino zonas de interacción, de ficcionalización y de mezcolanza, de confluencia entre circuitos internos y externos”, explica la curadora Nancy Rojas.
Desde hace más de una década, Sinclair explora formas de ligar su práctica artística con la arquitectura. En sus instalaciones hay dos tácticas recurrentes: la intervención de edificaciones existentes y el diseño de objetos generadores de desplazamientos de sentido. Estas operaciones responden a su búsqueda por socavar las bases de la praxis arquitectónica.
Apoyándose en una perspectiva crítica de la normalización espacial y de la idea de un futuro predecible y calculable, en Vía pública concibe a sus piezas como artificios destinados a interrogar los hábitos naturalizados. Son objetos e instalaciones (mayormente interactivas) donde convergen el mobiliario urbano y el de los interiores de las viviendas. Los materiales incluyen herramientas del entorno de la construcción y otros más versátiles, empleados en diferentes sistemas de fabricación. Estas obras sugieren que no hay un único uso de las cosas; reparan, a través de las instancias de interactividad, en los distintos modos de sociabilidad que proponen los objetos.
Vía pública se inspira así en la idea de los espacios como zonas de interacción, de ficcionalización y de mezcolanza, de confluencia entre el adentro y el afuera.