La cantante de jazz Ludmila Fernández se une al pianista Alejandro Kalinoski para rendir homenaje al trompetista y cantante CHET BAKER, un exponente del estilo cool y el west coast jazz de los años cincuenta.
Ludmila Fernández (voz) y Alejandro Kalinoski (piano) se acercan a las singulares interpretaciones de Chet Baker (1929-1988), para profundizar en su estética, a través de un abanico de temas de su repertorio. De este modo, presentan un variado recorrido por standards que solía interpretar el músico de jazz estadounidense, entre ellos algunos muy versionados - como But not for me, My Funny Valentine, Just Friends - y otros no tan transitados, como In your own Sweet Way, I´m Old fashioned, entre otros. Chet Baker marca un vuelco en la tradición del jazz vocal. Con una voz suave creó su particular estilo, pleno de lirismo y melancolía, lo que lo transformó en referente de nuevas generaciones de cantantes. Como contraparte, su abordaje en los solos de scat es muy original, ya que viniendo de su musicalidad como trompetista logra trasladar a la voz su elección de notas y fraseo con gran precisión y swing.