El disco se llama Lucero es de Alfiz Producciones, 2012, integrado por doce tangos canción, algunos clásicos y otros nuevos de autores destacados como Juan Falú, Tata Cedrón e Hilda Herrera, y del propio Lucero en colaboración con el dibujante Tute y con los poetas Enrique Estrázulas y Raimundo Rosales.
En coherencia con la línea de tango y canción criolla que lo ha distinguido en el medio local y europeo, este disco muestra la madurez musical de este artista, afirmándolo como un personal intérprete de obras clásicas y nuevas, un decidor intimista, un cantor criollo, citadino y suburbano a la vez y un compositor y letrista actual. Lucero ha sabido enlazar sutilmente el sentir del campo con el pulso de la ciudad, como un alquimista de dos mundos sólo en apariencia distintos.
Acompañado por un conjunto de guitarras dirigido por Hernán Reinaudo, por el cuarteto de Nicolás Ledesma, por el pianista Pablo Fraguela, y con Juan Falú, Hilda Herrera y Florencia Bernales de invitados, Hernán Lucero propone en este trabajo dos miradas musicales distintas: un repertorio criollo acompañado por guitarras y otro repertorio intimista, al mejor estilo Agustín Irusta y Lucio Demare, o Tony Bennett y Bill Evans, con canciones al piano.