Por cada latido el corazón emite dos ruidos cardíacos (Lub-dub) separados uno del otro por un silencio. Estos ruidos suelen describirse fonéticamente como lubdub
. Este es el título de la obra haciendo referencia al ruido de nuestro corazón como relator de nuestros diferentes ultrajes, el silencio como cómplice de realidades, la mirada paralizada y paralizante de una realidad que nos encuentra y el ritmo golpeante e imparable que nos avasalla.
La coreógrafa Roxana Grinstein usa diferentes metáforas para hablar de las pequeñas indignidades de la vida cotidiana. Una de ellas es la enseñanza mecánica de las tablas de multiplicar, ejemplificada a través del material sonoro, que a su vez proviene de una grabación original para niños.Intérpretes: Carla Rímola y Julia Gómez.