Una cruz en el pavimento frente al Palacio de La Moneda, otra frente al Museo de Bellas Artes, otra frente a la Cárcel de Mujeres. Ni la figura ni los lugares son inocentes: ese gesto que se constituía como desacato en la vía pública fue el corazón de la obra de Lotty Rosenfeld que, a lo largo de toda su trayectoria, cuestionó el estatuto político y la rigidez institucional mediante la intervención de los símbolos.
En su primera retrospectiva latinoamericana, el Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado presenta Lotty Rosenfeld. Entrecruces de la memoria 1979 2020. Con curaduría de la destacada académica Nelly Richard y la investigación de Mariairis Flores (Chile), esta exposición incluye una selección de obras individuales de la artista y otras que son parte de su participación en diversos espacios de activismo, como el Colectivo Acciones de Arte (CADA) y organizaciones de mujeres feministas.
Intervenciones urbanas, performances, videoinstalaciones que entrecruzan imágenes procedentes de distintos registros históricos, políticos y sociales, y otros materiales, dan cuenta del compromiso constante que Rosenfeld tuvo con los problemas políticos y sociales de su contexto cercano. Artista chilena en tiempos de dictadura, persecución y censura, cuestionó el poder político y el autoritarismo de los sistemas de control; los mecanismos de disciplinamiento social y el oficialismo cultural del gobierno de facto.
Llegada desde Chile, la ensayista, teórica cultural y curadora Nelly Richard, estará presente en la inauguración de la muestra para luego participar de distintas actividades durante su estadía en Buenos Aires.
Lotty Rosenfeld. Entrecruces de la memoria 1979-2020 es un proyecto producido por el Parque de la Memoria, dependiente de la Subsecretaría de Cultura Ciudadana y Derechos Humanos del GCBA. Fue posible gracias al fundamental apoyo de la Embajada de Chile en Argentina; Varinia Brodsky, Directora del Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile; y Alejandra Coz Rosenfeld, Directora de la Fundación Lotty Rosenfeld.