Si bien Martin Scorsese nos sigue impresionando en la actualidad con películas como El lobo de Wall Street, lo cierto es que se abrió un camino propio en el cine durante su primera década como director, entre 1967 y 1976, dirigiendo un conjunto de películas en las cuales anticipa varios de los temas, e incluso de las soluciones formales, que se verán ampliados y corregidos en sus futuras producciones.

Las obsesiones cinematográficas de Scorsese hunden sus raíces en las calles de Nueva York donde transcurrió su infancia. Criado por padres de ascendencia italiana en el barrio de la Pequeña Italia de Manhattan, Scorsese fue testigo de la corrupción y de los avatares de los mafiosos que operaban es sus calles. El catolicismo fue una parte íntegra en su formación y hasta aventuró la idea de entrar en el sacerdocio antes de decidirse a estudiar cine en su lugar.

Así, en los films que abarcan su primera etapa como director, la violencia latente en las calles, la represión ligada a la religión, los gángsters y mafiosos de poca monta, al igual que el rol de la mujer en este submundo dominado por los hombres, son temas recurrentes. Los personajes que habitan estas películas provienen de este microcosmos urbano: sus relaciones se definen por la desconfianza, el miedo y la traición, por un lado, y la búsqueda de la seguridad, la confianza y la cercanía por el otro; sus acciones parecen determinadas por el destino en lugar de la elección individual y están atravesadas tanto por el odio como por el amor. La violencia juega un papel central, al igual que la búsqueda de una suerte de espiritualidad.

Estas son las películas seleccionados para este ciclo:

Última fecha

dom

30

agosto / 2015

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