Difícil de clasificar dentro de un género musical, ya que subyacen atmósferas cercanas al rock, al tango y hasta algunos aires folklóricos; hay una clara línea de unidad conceptual a lo largo de todo el disco: Así evita incurrir en eclecticismos superficiales.El rock español late sutilmente entre los influjos de la artista, así como las singulares letras de Albert Pla y la poesía del siglo de oro. Y acaso no sea inconexo que en esta síntesis Rizzo se declare tan entusiasta de la música española (país donde paso su infancia) como del punk y el rock.
Los textos, narrativos e impresionistas, evidencian su mirada mordaz sobre la vida urbana contemporánea. Remiten por momentos al lirismo spinetteano (“el tiempo con sus hachas recorta tu cabeza/desfile de magnolias muertas”) y a la angustia existencial de Discépolo (“nunca practico lo que yo siento/me quedo en palabras vestidas de ideas geniales, de logros banales y torpes bondades”).Bajo distintos formatos acústicos, los arreglos son de la propia Rizzo, que está a cargo de la voz, guitarras, piano, teclados y programación.
Comparte la producción artística con Edgardo González (34 Puñaladas), quien además participa como guitarrista.Otros músicos invitados con participación creativa son Alejandro Guyot en voz, Arián Frank en voz, guitarra y percusión, Diego Zaldivar en piano y Analía Promoslovsky en flauta.
Lorena Rizzo en voz, piano, guitarra, Edgardo González (34 Puñaladas) en guitarra, Nicolás Rallis (Ensamble Chancho a cuerda) - guitarra y voces, Nahuel Carfi (Ensamble Chancho a cuerda) en piano y voces. Como invitados estarán Alejandro Guyot (34 Puñaladas) en la voz, Arian Frank en la voz y Paula Perrella (Tal banda) en percusión.