La exposición se despliega en la planta baja y 1º piso de la Casa. Ocupa una superficie de unos 1200 m2 y está organizada a partir de dos perspectivas: una poética, que propone una lectura de su filmografía a través de los rasgos que persisten, los que se destacan y hacen de Favio uno de los cineastas más relevantes de la historia del cine de nuestro país; y una cronológica, que da cuenta de su vida personal, de su trayectoria −su carrera como actor, como músico, como director de cine−, y su permanente compromiso social y político.
Textos, material de numerosos archivos, fotografías, testimonios, películas, audiovisuales especialmente realizados para la muestra, cortometrajes y documentales forman parte del recorrido. Algunos de los artistas plásticos con los que Favio acostumbraba a trabajar en sus películas fueron especialmente invitados a realizar instalaciones y ambientaciones. Entre ellos, Claudio Capellini, Andrés Echeveste y Juan Carlos Villarreal. Además, se exhiben obras de Daniel Santoro, Joaquín Molina y Carlos Trilnick, y fotografías de Ronald Shakespear, Annemarie Heinrich, María Inés Teyssié, Claudio Herdener y Charlie Adamson.
Como es habitual en la Casa, acompañan la exposición: un programa educativo que diseña visitas guiadas para público en general; un ciclo de cine al aire libre acompañado de músicos en vivo y un ciclo de recitales que recrea sus mejores y más recordadas canciones.
Como reconocimiento al artista, la sala de cine de la Casa Nacional del Bicentenario llevará el nombre de Leonardo Favio.
Dirección: Liliana Piñeiro. Víctor Bassuk, asesorada por Ana Amado.