Este título de 1959 designa a la aridez, en este caso de una zona de Santiago del Estero, que aleja a los campesinos de la tierra y los arrastra a los márgenes de ciudades y pueblos, donde la necesidad los hace presa fácil del alcohol, el delito o la política. Éste es el recorrido que en la primera parte del film sigue un campesino (Ricardo Trigo) obligado a mantener a su familia, mientras en la segunda parte otro hombre que ya ha sido víctima (Hugo Del Carril) elige una forma de rebelión individual. El film se anticipa a otros títulos emblemáticos de la generación del ’60 (Shunko, Los inundados) en su denuncia de la ausencia institucional (o de su hostilidad), en su denuncia de la baja política y en la honestidad brutal con que articula tema y forma cinematográfica.
Se cuenta entre las mejores películas de Del Carril, es decir, del cine argentino. El negativo de este film se perdió tras el cierre de los laboratorios Alex en 1995 y no se conocían copias en buen estado hasta que una en 35mm. fue encontrada en el Museo del Cine “Pablo Ducrós Hicken” en 2008. De la misma se obtuvo primero un internegativo, para garantizar su preservación, y luego la copia nueva que se proyectará en esta muestra, gracias al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, el laboratorio Cinecolor, Malba y la familia de Hugo del Carril.
Argentina, 1959, 78'.