En una casa de clase media devenida en cuarto hospitalario con vista al andén de una estación de tren, conviven una madre (Maiamar Abrodos) y su hijo (Emiliano Figueredo) recientemente trasplantados de riñón. Ambos se encuentran maltrechos, miserables, insomnes y son custodiados por una enfermera nocturna nueva (Jorgelina Vera). La Enfermera descubrirá el extraño vínculo de amor y odio que comparten el hijo y la madre, a la vez que percibirá lo que sucede frente a la ventana, en el baño de la estación de trenes. Es ese otro mundo, que solo puede ser espiado, aquel baño de la estación de trenes que se percibe a través de la ventana, dónde los cuerpos de extraños comulgan, se conectan, se retuercen al aire libre y a la vista de quien quiera mirar. Será esta tensión entre lo interno y lo externo, entre el impulso y lo reprimido, lo que llevará a una decisión extrema a la enfermera y desencadenará en tragedia.
De Hernán Costa. Dirección: Pablo D'Elía.