¿Qué podemos afirmar hoy de lo humano en los confines de la técnica, en su vaivén existencial entre lo orgánico y lo inorgánico? ¿Qué experiencia física constituye lo Cyborg? ¿Qué formas de placer ensayamos dentro de nuestro paraíso indoor que se impone como expresión de la vida en la Metrópoli?
Cuerpos anónimos, andróginos, técnico-humanoides. Cuerpos-pregunta que conectan con fuerzas que insisten: Adán entrando al paraíso sin saber qué hacer con el deseo que lo acecha; mujeres-pollito aprendiendo a caminar arriba de sus tacones; Amy Winehouse resucitada en el acto de ver y ser vista.
¿Será posible borronear la domesticación, hacerle una burla a la hipótesis de una historia evolutiva y binaria? ¿Qué chispas de subsistencia y humor podrán surgir de la fricción del cuerpo con un más allá cristalizado?
Un espacio vacío cercado de pinturas en blanco, algún souvenir del paraíso perdido, y una criatura que se empecina en representarse a sí misma, frente a un espejo que adquirió luz propia. ¿Qué rebeliones del organismo hará estallar en medio del sinsentido, la confusión y el entusiasmo? Entramos al paraíso. Bailamos la trampa...
Actores: Popi Cabrera, Malena Giaquinta, Rhea Volij // Dirección: Rhea Volij, Patricio Diego Suárez // Iluminación: Sandra Iurcovich // Vestuario: Silvia Zavaglia // Coreografía: Rhea Volij, Patricio Diego Suárez // Música: Patricio Diego Suárez // Producción: Carlota Berzal // Maquillaje: Silvia Zavaglia //