¿Cómo sería la piel de las palabras y de los signos? ¿Qué textura tendría lo que va por encima de un interrogante, de un enigma, de un núcleo ininteligible?

O se puede cambiar la sintaxis y preguntarse, también, que aspecto tiene lo que vive y muere debajo de una piel relumbrante, erótica, hechicera. El alcance de una y otros en la historia particular de cada cosa.

Contenido y forma pueden ser asociados con la permanencia y la fugacidad, respectivamente. Pero lo promisorio es justamente jugar a invertirlos, a poner lo conocido de cabeza. La esencia, los significados, los enigmas, podrían descomponerse y mutar, trastocarse, esfumarse incluso. Y podrían quedar entonces las superficies, falsamente falsas, alardeando insolentes pero recubriendo una verdad distinta.Palabras, signos, pieles, colores, sentidos. Mentira. Cuando muere lo interior, la superficie también se transforma en otra cosa.Esta exposición forma parte del ciclo Expansiva, con la curaduría de Mariano Soto.

Última fecha

jue

11

octubre / 2012

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