Una de las primeras películas que tocaron el terror sobrenatural como algo subyacente en nuestro mundo cotidiano. También fue la primera película en inglés del director Roman Polanski, y componente, junto con El exorcista (1973) y La profecía (1976), de lo que se conoce como la Santísima Trinidad del cine con el Diablo como protagonista (el término es contradictorio, lo sé). Sin embargo, más allá de su temática, la verdad es que muy poco tiene que ver esta cinta con las dos anteriormente mencionadas. Mientras que las de William Friedkin y Richard Donner son cuentos de horror en todo el sentido de la palabra, El bebé de Rosemary es un thriller de cocción muy lenta en el que se nos oculta casi todo, jugando más bien con el miedo a lo que no vemos y a la paranoia que se forma en el espectador a lo largo de las vicisitudes de la frágil Rosemary Woodhouse. En este sentido, la película forma una trilogía perfecta con otros dos terrores de apartamentos dirigidos por Polanski: Repulsión (1965) y El inquilino (1976).

Coordina Cristina Suker.

Última fecha

jue

23

mayo / 2013

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