Rafa y Mari están casados y viven un matrimonio tradicional y estable. La unión continúa en paz hasta el día en que la pareja Fred e Isis se mudan al apartamento de al lado. Los nuevos vecinos son partidarios de una relación abierta, separan el sexo del amor y han decidido no tener hijos. Esta forma de relacionarse desafía y provoca a Mari, que comienza a cuestionar su matrimonio.