El título de este nuevo ensayo de Roberto Fernández Ibáñez, Elogio de la No-Pasión, es justificado con elocuencia por las fotografías en blanco y negro que lo conforman, serenas y sin ninguna estridencia visual. El propio autor subraya la intencionalidad de su trabajo al señalar que éste tiene un contenido autorreferencial: intenta llevar a las imágenes algunas experiencias vividas desde que, a partir de 1992, comenzó la práctica del Zen.(...) Lejos de constituir una entrega a la apatía y el desinterés, el planteo que proponen silenciosamente y sin énfasis las fotografías de Fernández Ibáñez remite a un acto voluntario y sostenido que, finalmente, conduce a una paradoja: la búsqueda intencional del desapego. (extracto del texto de Juan Travnik)