La Mirada Oculta propone al espectador ubicarse en un espacio de intimidad desde donde pueda vincularse con el relato de las obras que observa. El video –por lo vívido de su estructura formal, por su especificidad como medio expresivo que trabaja con imágenes en movimiento, sonido, ambientación, puesta en escena, entre otros- nos participa activamente, nos asigna un rol protagónico como portadores de una mirada omnipresente que todo lo ve, como ya lo describiera George Orwell en su obra 1984. Miradas agazapadas, alertas, donde quien mira puede recrearse, reflexionar, deconstruir y reconstruir un recorrido propio, abordando cada punto de observación con el mayor de los tiempos y la atención sin ser demorado. La Mirada Oculta plantea distintos recursos estéticos para llevar al espectador a ejercer miradas alternativas: así se presenta velada detrás de los dispositivos tecnológicos desde donde se puede gobernar el espacio -quedando muchas veces condicionada y fagocitada por esos mismos dispositivos-, miradas que se ubican en la retaguardia y en lugar de observar el todo, se mantienen mínimas e imperceptibles mientras que desde esa oscuridad ven pasar un mundo que margina, selecciona, incluye y excluye a gusto, cultural y socialmente al sujeto. Miradas que apelan a la construcción de la identidad y a la recuperación de las identidades robadas, perdidas, suprimidas. Exponen: Narcisa Hirsch, Marcelo Brodsky, Gabriel Valansi, Silvia Rivas, Javier Olivera, Alejandro Thornton. Curadora: María Carolina Baulo.