Las exposiciones impresionistas, realizadas entre 1874 y 1886, difundieron un modo revolucionario de pintar, imponiendo la mancha que sugiere la forma por encima del dibujo y la descripción. Supieron reconocer en el uso de colores puros, el medio para representar la luz y en el tratamiento de pinceladas cortas, el modo de plasmar la fugacidad del instante.

Última fecha

dom

27

marzo / 2016

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