Luke (Paul Newman) es un prisionero de la penitenciaría de Florida, a causa de una sentencia por haber arrancado los parquímetros en una noche de borrachera. La tozudez de Luke ante los castigos de los responsables de la prisión hace que se convierta en pocos meses en el ídolo del resto de los presidiarios, mientras busca la manera de escapar.
Dirigida por Stuart Rosenberg, 1967.