Toda familia tiene sus secretos. Catarina Mourão, nieta del escritor Tomaz de Figueiredo (1902-1970), se sirve de ellos de un modo tan íntimo como significante. La directora indaga la historia de su abuelo a través de films hogareños, notas y anécdotas.
Puertas cerradas y una reconciliación imposible. Una mirada a través de memorias que van revelando los misterios de una vida marcada por la dictadura.
“Mi abuelo quería ser escritor y mi abuela y su familia lo obligaron a ser notario y aceptar un trabajo alejado de la familia. Corría el año 1926, el comienzo mismo de la dictadura de Salazar en Portugal. A pesar de la distancia y los pocos momentos en casa, tuvieron tres hijos. Mi tío nació en 1930, mi tía en 1933 y, doce años después, cuando intentaban reconciliarse, nació mi madre. En 1954, mi tío se unió al Partido Comunista, en contra de las creencias políticas de su padre, conocido por defender la monarquía. A partir de entonces, la familia le perdió el rastro porque vivía clandestinamente.
En esta película quise desentrañar los secretos y misterios de mi familia portuguesa durante la dictadura. La nube del régimen de Salazar finalmente se está disipando. 38 años después de la Revolución de los claveles, las familias pueden darle sentido a su pasado, reinterpretar viejos recuerdos y descubrir nuevas verdades. La película es un viaje a través de mis hallazgos, del pasado y del presente, intentando darle sentido a lo que alguna vez me fue ocultado”.
(Catarina Mourão).
Dirección: Catarina Mourão // Fotografía: João Ribeiro, Catarina Mourão // Guión: Catarina Mourão // Música: Bruno Pernadas //