En la muestra de pinturas de María Elisa Luna ofrece una selección de sus obras realizadas en acrílico sobre tela, en las que predominan el blanco y el negro, y donde quedan plasmadas las visiones de sus experiencias obtenidas en Latinoamérica.
Andrés Waissman reflexiona sobre la muestra: “Luna teje, como las mujeres del norte, una historia que ahora también le pertenece y lo hace en el sur (…) Al margen y al mismo tiempo, su contemporaneidad hunde raíces y despierta verdades, Luna crea climas elocuentes y ambiguos (...) Es una artista que nos dice y es una artista que se afirma, no en un juego de banalidad sino en lo opuesto”.