El samurái Ryonosuke siente una insana fascinación por el poder mortal de su katana y acumula cadáveres, con o sin motivo. Eventualmente lo contratan como mercenario, pero incluso cuando está sin trabajo, no tiene inconveniente alguno en matar por placer. Dai-bosatsu tôge, Japón, 1966.
Dirección: Kihachi Okamoto //