La película describe una huelga ocurrida en 1903 por los trabajadores de una fábrica en la Rusia prerevolucionaria. Fue el primer largometraje de Eisenstein, que un año después dirigiría la famosa película El acorazado Potemkin. La escena más famosa del film es la secuencia final donde, haciendo uso Eisenstein de sus innovadoras teorías de montaje, se alterna la masacre hacia los huelguistas e imágenes de bovinos sacrificados.
Стачкаes, 1924, 82'.