En la Sala 2, Kraftwerk de Silvia Gurfein, Rosana Schoijett y Ana Tiscornia presentan obras que tienen en común el uso de papel así como la huella de intenso trabajo manual. Pero lo que realmente está en el centro del diálogo entre las obras es un deslizamiento hacia una otra materialidad de técnicas tradicionales de las artes visuales: la fotografía (Schoijett abandona la cámara y rescata libros de fotografía vintage), la pintura (Gurfein recupera fragmentos del óleo resecado en la paleta) y el dibujo arquitectónico (que a través de implosiones y reconfiguraciones es la base de los collages de Ana Tiscornia). Estas obras parten de elementos o situaciones de descarte que se transforman en centrales a la obra.